JUAN PABLO CARDOZO RECTOR – UNIVERSIDAD DEL ISTMO
Juan Pablo Cardozo es Rector de la Universidad del Istmo en Panamá y Director General en la Universidad San Marcos de Costa Rica. La U del Istmo tiene la misión de impulsar el desarrollo de las personas, a través de experiencias innovadoras.
Sitio web: udelistmo.edu @udelistmo
A los 36 años, Juan Pablo Cardozo se convirtió en uno de los rectores más jóvenes de la región, un reto que asumió con pasión y con un propósito claro: servir a los estudiantes y transformar la educación.
“Mi mayor satisfacción es ver cómo los jóvenes se gradúan, consiguen sus primeros empleos, emprenden con éxito y hacen sentir orgullosas a sus familias. Esa es mi verdadera motivación y mi mayor orgullo”.
Actualmente, es Rector de la Universidad del Istmo en Panamá y Director General de la Universidad San Marcos en Costa Rica. Lleva más de ocho años viviendo en Panamá, país al que agradece profundamente por haberle abierto sus puertas.
Su trayectoria comenzó como Director de Marketing en el grupo universitario, luego asumió la Vicerrectoría de Crecimiento y Experiencia hasta llegar a la Rectoría hace tres años. Casado y padre de una niña de cuatro años, asegura que su familia es su mayor fuente de inspiración y el motor que lo impulsa a seguir creciendo cada día.
Transformación digital
Su formación en Mercadeo y Comunicación Social, junto con su enfoque en la transformación digital de la educación superior en América Latina, han influido de manera decisiva en su visión.
“Porque al tener conocimientos en estas áreas he comprendido que todo parte de la necesidad del estudiante. Nosotros debemos transformar y educar a las nuevas generaciones, que enfrentan desafíos distintos y tienen formas de pensar muy diferentes. Somos nosotros quienes debemos adaptarnos a ellos para que los procesos formativos sean más auténticos y significativos”.
Cuando pensamos en mercadeo y comunicación, generalmente se habla del cliente, pero en este caso el “cliente” es el estudiante, y todo lo que hacemos está orientado a él. Además, gracias a su experiencia en marketing digital, comprende las herramientas tecnológicas que hoy resultan indispensables.
“Por eso, la transformación digital en la educación debe ser rápida y acelerada, porque la educación continúa siendo muy tradicional y necesita reorientarse hacia nuevas prácticas que la tecnología pone a nuestra disposición”.
Desafío como líder
Considera que el mayor desafío al liderar instituciones educativas en Panamá y Centroamérica ha sido comprender las particularidades culturales y de mercado de cada país.
“No se puede aplicar un mismo modelo de manera general; es necesario conocer en profundidad cómo se concibe la educación superior en Panamá y en la región”.
A su vez, confiesa que uno de los mayores retos fue entender el marco regulatorio panameño, que presenta exigencias estrictas y limitaciones considerables. Una vez comprendido, fue posible buscar la manera de innovar dentro de esas reglas, siempre con el objetivo de acercar a los jóvenes a la universidad y a sus procesos formativos.
Formación profesional
En su opinión, la innovación educativa juega un papel fundamental en la formación de profesionales capaces de enfrentar los retos del siglo XXI.
“El gran desafío es cambiar los modelos tradicionales que nos formaron a muchos de nosotros, pues si bien nos dejaron ventajas, hoy el acceso ilimitado a la información exige nuevas formas de enseñar y aprender. Lo esencial es enfocar esa información y transformarla en competencias reales”.
Además, afirma que la innovación educativa permite que los estudiantes estén más cerca de la tecnología, adquieran pensamiento crítico y “se conviertan en profesionales preparados para un mundo cambiante y altamente competitivo”.
Define el pensamiento crítico como un concepto en expansión y transformación constante.
“Hoy convivimos con dos generaciones: los jóvenes que no nacieron con la tecnología y los que crecieron con ella. Esa brecha debe cerrarse. Por lo tanto, los procesos de cambio ya no son cada 10 años ni cada cinco; ahora son inmediatos debido a la innovación y a la velocidad de las transformaciones sociales y tecnológicas”.
“El liderazgo juvenil en la región requiere pensamiento crítico, creatividad, compromiso social y claridad en el propósito. Los jóvenes deben entender que serán los futuros líderes de nuestros países y que es indispensable tener una visión clara del rumbo que desean seguir”.
Modelo educativo
Entre las características que considera esenciales en los jóvenes líderes que están transformando la región, señala primero la confianza en sí mismos y un propósito claro:
“Porque quien tiene un norte definido sabe hacia dónde dirigir su vida”.
Como segundo, pensamiento crítico. Tercero, creatividad, innovación y espíritu emprendedor. Finalmente, un compromiso profundo con la sostenibilidad, “que hoy resulta indispensable para transformar la región de manera responsable y duradera”.
En tanto, indica que las universidades tienen un papel central. Su modelo educativo debe estar orientado a entregar herramientas y experiencias que permitan a los estudiantes desarrollar competencias y habilidades de liderazgo, no solo para contribuir a su país, sino también en el ámbito internacional.
En la Universidad del Istmo, por ejemplo, están enfocados en cerrar la brecha de conocimiento, no solo en las áreas disciplinares, sino también en las competencias transversales que requiere la juventud actual. Han priorizado al menos diez de ellas, que consideran fundamentales para formar líderes capaces de transformar su entorno.
Importancia de la resiliencia
Juan Pablo Cardozo afirma que la resiliencia es fundamental.
“Los jóvenes que buscan impactar sus comunidades deben estar convencidos de sus proyectos y propósitos, porque los desafíos son constantes”.
En tanto, explica que hoy existen muchas herramientas, tanto gratuitas como de pago, que permiten escalar ideas con éxito. “Sin embargo, el verdadero motor es la resiliencia: perseverar, aprender de las dificultades y mantener un propósito que no solo tenga un impacto económico, sino también personal y social”.
Emprendimiento
A su criterio, la relación entre emprendimiento y educación superior en el contexto actual es absolutamente relevante.
“Ya no basta con formar futuros colaboradores; debemos formar futuros emprendedores. Por eso, las universidades deben contar con centros de emprendimiento, espacios de mentoría y programas que impulsen proyectos innovadores”.
En el caso de la Universidad del Istmo, cuentan con el centro de emprendimiento Impulsa, que dispone de espacios de coworking y el acompañamiento de más de 30 mentores especializados en distintas áreas, como mercadeo, finanzas y ventas. También participan en proyectos como Toy o No Toy, en los que los estudiantes aprenden a presentar sus ideas con claridad ante inversionistas, fomentando así un ecosistema emprendedor más sólido.
Colaboración internacional
El Rector manifiesta que los jóvenes buscan experiencias que los conecten con el mundo, y las universidades deben facilitarlo.
“En nuestro caso, uno de los pilares institucionales es la internacionalización: recibimos cada año a cientos de estudiantes latinoamericanos en Panamá y, a su vez, enviamos a los nuestros a otras universidades en el extranjero”.
De esta manera, sostiene que esto no solo enriquece al estudiantado, sino que fortalece la gestión docente, el intercambio de buenas prácticas y, en general, eleva los estándares de calidad en toda la región.
Educación superior
En cuanto a sus expectativas para el futuro de la educación superior en América Latina en los próximos 10 años, opina que debe transformarse hacia un modelo orientado al desarrollo de competencias y habilidades transversales, independientemente de la carrera que se estudie.
“La inteligencia artificial y otras tecnologías deben incorporarse plenamente en el aula, no solo como herramientas, sino como medios para personalizar el aprendizaje y potenciar el pensamiento crítico”.
Cardozo concluye que los niños de hoy ya interactúan con IA como tutores personalizados; por ello, la educación superior debe estar lista para responder a esa misma expectativa con propuestas innovadoras, eficaces y humanas. Para él, ese será el verdadero camino para formar a los líderes capaces de transformar no solo la región, sino el futuro del mundo.