La arquitecta y artista visual panameña Analia Quijano presentó su primera exposición individual “Inercia” en la Galería Imagen, un recorrido escultórico que marca un hito en su trayectoria. La muestra reúne obras creadas en los últimos años, concebidas a partir de la exploración entre dos fuerzas opuestas: el movimiento y la quietud. En sus esculturas, la artista trabaja con pliegues, ondulaciones y formas fluidas que evocan energía contenida y tensión silenciosa.
Cada pieza parece capturar un instante detenido, cargado de vitalidad, como si lo inasible se transformara en materia. Además, convierte lo sólido en fluidez, generando contrastes entre ligereza y peso, suavidad y rigidez, dinamismo y pausa.
ARQUITECTURA EN LA ESCULTURA
Su formación como arquitecta constituye el pilar de su práctica artística. Su mirada estructural se combina con una profunda sensibilidad por el oficio y el detalle. “Mi formación como arquitecta me ha ayudado a conceptualizar mis ideas y darles la fluidez y el momentum que necesito para desarrollarlas”, señala. Esta base académica le permite difuminar los límites entre arquitectura y escultura, construyendo un lenguaje propio que transforma la materia en un vehículo de expresión poética.
EL INSTANTE SUSPENDIDO
El concepto de inercia es el eje de la exposición: la paradoja entre el movimiento que nunca se detiene y la quietud que lo contiene. Para la artista, sus esculturas son “instantes cargados de energía latente que permanecen en tensión silenciosa”. Al contemplarlas, el espectador se enfrenta a esa dualidad: la sensación de un movimiento detenido en el tiempo.
La inspiración de la artista proviene de la naturaleza, del vaivén de las olas o de las formas de las montañas. Su obra, fruto de años de experimentación y descubrimiento, refleja un proceso íntimo en el que la materia se convierte en metáfora del ritmo vital. “Inercia”, realizada a beneficio de FundaCáncer, hasta el 4 de noviembre de 2025, es una invitación a vivir una experiencia escultórica inmersiva.