El equilibrio entre el desarrollo logístico y la sostenibilidad ambiental se consolida como una prioridad nacional. El Canal de Panamá ha puesto en marcha un plan integral que busca proteger a las comunidades, garantizar la navegación segura y preservar los recursos hídricos ante el inicio de la temporada más lluviosa del año.
Los lagos Gatún y Alhajuela se mantienen cerca de sus niveles máximos, lo que exige una vigilancia constante y ajustes estratégicos para prevenir inundaciones o desbordamientos que puedan afectar el tránsito marítimo. “Este es un esfuerzo que reafirma nuestra dedicación para garantizar la operación eficiente y segura del Canal”, sostuvo Ayax Murillo Burgos, Gerente de Hidrología del Canal.
“Estas acciones son fundamentales para mantener la navegación en nuestra vía interoceánica y asegurar un suministro de agua suficiente y de calidad para nuestra población”. El plan incluye monitoreo meteorológico, coordinación con instituciones civiles y acciones preventivas en las comunidades cercanas, para asegurar que la vía interoceánica —columna vertebral del sistema logístico global— mantenga su funcionamiento ininterrumpido, incluso en condiciones climáticas adversas.
ALIADOS NATURALES
Durante el café científico de la Senacyt sobre los “Humedales de importancia internacional: sitios Ramsar”, diversos expertos coincidieron en que estos ecosistemas son parte esencial del equilibrio hídrico que sostiene la conectividad y la seguridad logística de Panamá. La Dra. Indra Candanedo, de la Universidad Tecnológica de Panamá, destacó la relevancia del humedal Matusagaratí, un complejo de 56,000 hectáreas que alberga el 25 % de las especies de aves y peces del país. Sus estudios permitieron su reconocimiento como sitio Ramsar, consolidándolo como un espacio clave para la conservación y la educación ambiental.
En tanto, la Dra. Alicia Ibáñez, del Centro de Estudios y Acción Social Panameño (Ceaspa), subrayó que el Damani-Guariviara y la isla Escudo de Veraguas funcionan como sumideros de carbono y refugios de biodiversidad, aunque enfrentan presiones humanas que requieren una gestión más sostenible. El Dr. Omar López, del Instituto Interamericano para la Investigación del Cambio Global, explicó que el San San Pond Sak es un “humedal guardián del carbono”, cuyas turberas almacenan enormes cantidades de carbono por siglos, vitales para mitigar el cambio climático y preservar la estabilidad hídrica. Por su parte, la Profa.
Yolani Robles, de la Universidad de Panamá, resaltó el golfo de Montijo como ejemplo de equilibrio entre conservación y productividad. Sus manglares y zonas costeras sostienen la pesca artesanal y la economía local, mientras garantizan la protección costera y los servicios ambientales.
SOSTENER EL DESARROLLO
El fortalecimiento de los programas de monitoreo y educación ambiental, impulsados por la Senacyt y el Ministerio de Ambiente, apunta a integrar la ciencia, la tecnología y la gestión sostenible en el desarrollo logístico. La protección de los humedales y la planificación hídrica del Canal son dos caras de una misma estrategia: preservar el agua como motor del comercio y del progreso.
El Canal de Panamá está comprometido con la seguridad hídrica y la protección de las comunidades, trabajando de manera coordinada con las autoridades locales y nacionales para implementar medidas efectivas ante la temporada lluviosa.

