LA DOCTORA ZAIDA CASTILLERO DE MACHAJ COMPARTE SU PASIÓN POR LACIRUGÍA PEDIÁTRICA ONCOLÓGICA Y ENVÍA UN MENSAJE DE PREVENCIÓN ANTE EL CÁNCER INFANTIL.

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El interés por la Cirugía Oncológica Pediátrica comenzó durante los estudios de Medicina de la Doctora Zaida Castillero de Machaj, al ver a un niño de dos años con un cáncer avanzado, jugando con su mamá con un amor y ternura conmovedora. Había realizado sus estudios de Medicina y Cirugía Pediátrica en Polonia y México, cuando tomó la decisión de concursar para una Subespecialidad de Cirugía Pediátrica Oncológica en México, durante 2 años, para mejorar la calidad de vida de los niños con cáncer. “Los casos de cáncer en niños llegan hasta el alma y atrapan el pensamiento.

Cuando un niño tiene cáncer, toda la familia tiene cáncer; todos somos el soporte de esa familia”. Indica que con la aplicación de nuevos protocolos de manejo de casos, hay mejoría en la sobrevida y se han roto paradigmas sobre el cáncer pediátrico. “Es muy motivador ver todo un equipo multidisciplinario unido, luchando para vencer el cáncer”. Explica que es muy difícil sobreponerse a la sensación de impotencia cuando ve un caso irremediable, “pero soy una mujer de fe y mediante la oración pido a Dios que me dé la fuerza, porque todo es posible para el que cree, y mientras hay vida, hay esperanza”.

CASOS EN PANAMÁ
La cirujana afirma que el grupo pediátrico es desde los recién nacidos hasta los 18 años. “En todos los grupos etarios en general el cáncer más frecuente es la leucemia, seguido de los linfomas y los tumores del sistema nervioso central”. De los tumores sólidos extracerebrales, en niños menores de cinco años el más común es el neuroblastoma, seguido de un tumor renal llamado nefroblastoma o tumor de Wilms, y del hepatoblastoma en el hígado. En mayores de 5 años y hasta adolescentes, destacan los tumores malignos de tejidos blandos y óseos. Los tumores de células germinales tienen dos picos de edad de presentación antes de los 4 y después de los 15 años, estos tumores pueden crecer en ovario, testículos, así como en tórax, abdomen cuello y cerebro. Como forma de prevención, indica que debemos estar atentos a signos de alarma como los síntomas B (fiebre de origen desconocido, pérdida de peso, sudoración nocturna), dolor de cabeza, estreñimiento o cualquier aumento de volumen en alguna región del cuerpo, ejemplo un ganglio en cuello o nódulo arriba de la clavícula, o una masa palpable en el abdomen. A su vez, afirma que el cáncer infantil es la primera causa de muerte por enfermedad en niños y adolescentes en el mundo. “No se puede prevenir el cáncer infantil, pero su detección temprana permite aplicar un tratamiento oportuno y curación en más del 80% de los casos. Conocer los signos de alarma, no solo por los padres de familia, sino por todos, marca la diferencia para un diagnóstico precoz y tratamiento”.