iciembre nos invita a celebrar el Mes de las Madres, una ocasión para detenernos y reconocer la fortaleza, la dedicación y la sabiduría que las madres imprimen en cada paso de nuestras vidas. Ser mamá no es solo una labor; es una experiencia de aprendizaje continuo, en la que entender a nuestra propia mamá y a nosotras mismas como adultas se revela como un viaje de crecimiento y empatía.
LA MIRADA ADULTA: COMPRENDER SIN PERDER LA TERNURA
A medida que crecemos y ganamos experiencia, comenzamos a entender de manera diferente las decisiones que tomaron nuestras mamás. Muchas cosas que antes nos parecían fuera de lugar empiezan a cobrar sentido cuando somos capaces de ponernos en su lugar. En la adultez descubrimos que la paz y la convivencia sana son regalos invaluables: la tranquilidad interior que nos permite decir “lo hice lo mejor que pude con lo que tenía”.
LA MATERNIDAD COMO ESPEJO Y APRENDIZAJE
Hoy, desde la experiencia de madre, valoramos y entendemos los pasos de nuestras propias madres. Ellas hicieron lo mejor que pudieron, dadas sus circunstancias. Nosotros, como madres, hacemos lo propio: intentamos cambiar lo que no nos gustó, sin perder de vista los parámetros y las realidades de cada época. Esa es la belleza de la vida: todos somos espejos. Cada persona que cruza nuestro camino nos refleja, nos desafía y, sobre todo, nos enseña. La relación mágica de ser mamá no se reduce a obligaciones o gestos cotidianos; es una relación profunda y casi mágica que trasciende lo práctico. Es la promesa de aprender y acompañar a nuestras hijas, como lo hago con mi propia hija, Daniela. Este vínculo va más allá de lo visible: es una corriente de amor, comprensión y entrega que alimenta cada día.
EMPATÍA Y COMPASIÓN: EL ANTÍDOTO CONTRA LOS JUICIOS
Una de las lecciones más valiosas para todas las mujeres es la empatía. Antes de juzgar a otras madres o a los hombres que acompañan sus rincones de vida, pongámonos en sus zapatos. No sabemos por lo que cada persona está atravesando ni las batallas que lucha. Practicar la compasión puede evitar que alguien se sienta atacado y abrir puertas a una convivencia más humana.
LA CONSTRUCCIÓN DE COMUNIDADES DE APOYO
Hoy, en nuestra propia experiencia, vemos el valor de crear redes de apoyo entre mujeres. Con “Jackie” y “Maggie” hemos construido un grupo que se convierte en una comunidad para las madres y mujeres de Panamá y, ojalá, para más lugares. La fuerza de estas comunidades reside en compartir experiencias, sostenerse en la vulnerabilidad y celebrar los logros, grandes y pequeños.
AGRADECER EL PRESENTE Y MIRAR HACIA EL 2026
Aprovechemos los últimos días de 2025 para agradecer las enseñanzas recibidas y prepararnos para lo que venga en 2026. Nadie sabe con certeza lo que ocurrirá, pero lo único seguro es el ahora. Rodeémonos de mamás y personas que nos hagan bien, evitemos aquello que genera amargura, y recordemos que la felicidad puede encontrarse en la autenticidad, en la compañía de Dios y en la de quien nos quiere sin condiciones.
A todas las madres que leen este artículo les envío mi amor, mi reconocimiento y mi gratitud. Que cada día sea una oportunidad para crecer juntas, para entendernos mejor y para amar con mayor plenitud.