A lo largo de su carrera, el Dr. José Manuel Fábrega Sosa ha sido testigo de grandes transformaciones en la medicina, desde los avances tecnológicos hasta la evolución en la forma de entender al paciente.
En su libro La evolución de la medicina y la cirugía en mi vida, el médico comparte su historia, sus aprendizajes y una profunda reflexión sobre el arte de sanar. Más que un recuento profesional, es un legado para las nuevas generaciones: un testimonio de cómo la medicina, en su esencia, sigue siendo un acto de humanidad y servicio. “Estar bien no significa únicamente no estar enfermo”, expresa el doctor con serenidad. “Significa sentirse en equilibrio, en paz con uno mismo y con el entorno”. Y es precisamente esa mirada integral la que hoy cobra más sentido en un mundo donde el estrés, la falta de descanso y la desconexión personal han desplazado lo esencial: el bienestar integral.

LA BÚSQUEDA DE LA CURA

“¿Cuándo vamos a curar el cáncer?” —es, según él, la pregunta que más escucha de sus pacientes—. En su libro, el doctor explica con claridad que no existe una cura universal, pues el cáncer no es una sola enfermedad, sino más de doscientos tipos distintos, cada uno con sus propias causas y tratamientos. Detrás del mito de la “cura milagrosa”, advierte, han proliferado terapias engañosas que ponen en riesgo la vida de las personas. Fábrega describe el cáncer como un crecimiento celular descontrolado, un fallo en el proceso natural de regeneración del cuerpo. A medida que envejecemos o nos exponemos a factores ambientales, el riesgo aumenta.

Entre las causas más frecuentes menciona la bacteria Helicobacter pylori —asociada al cáncer gástrico—, el consumo de alimentos procesados con nitritos, el tabaco, el alcohol, el virus del papiloma humano y las dietas altas en grasas saturadas. Sin embargo, también destaca los avances que han permitido curar o controlar muchos tipos de cáncer, especialmente cuando se detectan de forma temprana, como el de mama, próstata o colon. Los tratamientos actuales son menos invasivos y más precisos: “La quimioterapia y la cirugía masiva ya no son las únicas armas. Hoy contamos con terapias dirigidas e inmunoterapia que actúan directamente sobre la célula tumoral”, explica.

INNOVACIÓN Y ESPERANZA

El Dr. Fábrega dedica también un capítulo a los nuevos horizontes de la medicina, en los que la inteligencia artificial (IA) juega un papel decisivo. Desde diagnósticos por imagen hasta cirugías asistidas y el desarrollo de vacunas personalizadas contra el cáncer, la IA está transformando la forma de entender la salud. “Existen millones de pathways que posee la célula humana, y la intervención en cada uno de ellos ha permitido avances extraordinarios, no solo en la curabilidad, sino también en reducir al mínimo el impacto físico y funcional en el paciente, preservando su autoestima”, señala.
“Hoy día peleamos con la pseudociencia, y debemos combatirla con información, educación y acompañamiento al paciente”. Aun así, el médico subraya la necesidad de mantener una mirada ética: “La tecnología debe servir al ser humano, no reemplazarlo. La medicina, en su esencia, sigue siendo un acto de compasión y conciencia”.

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