¿TRANSPORTE O RECOLECTORES MÓVILES DE DATOS?
Imagina que te subes a tu carro nuevo y arrancas. Lo que quizás no sabes es que tu carro está tomando nota de casi todo: la ruta a tu trabajo, dónde estacionaste, cuánto tiempo pasaste en el supermercado y hasta qué canción repites. Los autos modernos ya no son simples medios de transporte; son computadoras sobre ruedas que guardan una enorme cantidad de datos personales de conductores y pasajeros.
MUCHO MÁS QUE UN GPS
Cuando hablamos de lo que estos autos registran, la mayoría piensa en el GPS. Y sí, lo hace, pero también conserva un historial de cada viaje, con fechas, horas y lugares exactos. Así, tu carro puede armar un mapa muy detallado de tu rutina: desde la casa hasta la oficina, pasando por el gimnasio y la escuela de los niños.
Las marcas justifican esto con el argumento de “mejorar la experiencia de conducción”. Y es cierto: gracias a esos datos, la navegación es más precisa, el tráfico en tiempo real funciona mejor y las estaciones de carga para autos eléctricos aparecen justo cuando las necesitas. El problema es que esa información no se queda contigo: va directo a los servidores de la compañía.
CÁMARAS QUE NO SOLO MIRAN LA CALLE
Algunos modelos, como los de Tesla, Ford o Volkswagen, tienen cámaras externas que vigilan lo que pasa alrededor del vehículo. La función suena útil: sirve para evitar choques, activar frenos automáticos o grabar incidentes en caso de accidente. Pero esas mismas cámaras también pueden grabar peatones, placas de otros autos, o incluso lo que pasa dentro del coche si hay cámara interna.
ESTILO DE MANEJO, MICRÓFONO Y TELÉFONO
Otro dato que los autos modernos recopilan es cómo conduces. ¿Aceleras de golpe? ¿Frenas bruscamente? ¿Tomas las curvas con estilo deportivo? Todo eso queda registrado. La explicación oficial: mejorar la seguridad y, en algunos casos, ofrecer seguros personalizados según tu “puntuación de conducción”. Los asistentes de voz funcionan porque graban y analizan lo que dices. Para mejorar la precisión, a veces guardan fragmentos de conversaciones.
Marcas como Kia y Hyundai han sido señaladas por almacenar grabaciones de voz y usarlas para entrenar sistemas de inteligencia artificial.
¿POR QUÉ LO GUARDAN?
Las marcas tienen una lista larga de razones. Dicen que es para tu seguridad, para anticiparse a fallas mecánicas, para personalizar la experiencia del usuario o para hacer que los mapas sean más inteligentes. Y en parte es cierto: muchos de esos avances no serían posibles sin recopilar datos; pero la línea entre lo útil y lo invasivo se vuelve difusa, porque una cosa es que el carro sepa la presión de tus neumáticos, y otra es que pueda deducir tus rutinas diarias, tu estado de salud o tus hábitos de consumo ¿QUIÉNES LIDERAN LA CARRERA DE LA RECOLECCIÓN? No se trata solo de Tesla. Marcas como Toyota, General Motors (con su sistema OnStar), Volkswagen y Hyundai/Kia han estado en la mira de expertos en privacidad. De hecho, un informe de la Mozilla Foundation calificó a los autos como “la peor categoría de producto en términos de privacidad” que han analizado. Al final, la verdadera pregunta no es si las marcas necesitan estos datos —porque muchos sí hacen que los autos sean más seguros o prácticos—, sino si nosotros somos plenamente conscientes de todo lo que les estamos entregando. Un carro moderno puede saber más de tu vida diaria que tu mejor amigo. Y cada vez que aceptas los términos de “servicios conectados”, básicamente le das permiso para convertirse en tu sombra digital.
JOSÉ F. GARCÍA
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